Francisco Canaro
Charlo con orquesta de Francisco Canaro
Francisco Canaro con Homero Manzi
Francisco Canaro con su orquesta en 1957
Francisco Canaro en 1907
Francisco Canaro en 1908
Francisco Canaro en diciembre de 1935
Francisco Canaro en julio de 1936
Francisco Canaro su orq. ampliada en el Luna Park en 1936
CANARO, Francisco. ("Pirincho"). Músico. Violinista. Director. Compositor.
1. Ubicación generacional. Con casi cincuenta años de actuación al frente de su orquesta —de 1916 a 1964— fue uno de los directores de más larga campaña profesional en el tango. Hombre de la generación de 1910, alternó en ésta con figuras de otras orientaciones musicales y espirituales, como Delfino, Gardel, Contursi, Roccatagliatta, Fresedo y Arolas.
2. El promotor. Contribuyó en plano inmediato al de Roberto Firpo, a la consolidación estructural de la Orquesta Típica de la que fue —en temperamento muy semejante al de José J. Podestá, éste en la escena nacional— el primer directorempresario. Su gran instinto para la captación de las inclinaciones populares y su intuición del espectáculo, le permitieron convertir aquel fervor tanguero de la época de su advenimiento en el cimiento de temporadas musicales orgánicas, perfectamente planeadas, sobre la base de las cuales se articuló paulatinamente toda la fisono-mía empresarial del tango. De su iniciativa nació en
1914 la actuación de los conjuntos del género en los bailes estudiantiles; en 1917, por la fusión transitoria de la agrupación que conducía con la de Firpo, la primera orquesta de integración espectacular para veladas danzantes de carnaval, ideacorregida y aumentada en su proyección durante 1921, cuando presentó a su elenco orquestal de treinta y dos ejecutantes, con inclusión de violoncellos y de instrumentinos en los "veglioni" del Teatro de la Ópera; y en 1925 la primera gira rigurosamente planificada que lo llevó a Europa y a Norteamérica; luego en 1932, sus exitosas realizaciones de comedia musical; y desde1937 la formación de un pequeño conjunto de arcaico estilo para la grabación de discos, en tarea paralela a la de su orquesta, pero diversa en su permanente y sagaz consideración por las preferencias del público.
3. El director. Su estilo orquestal procedió, en lo capital, de la modalidad creada por Vicente Greco. Impuso a ésta el cambio de la base rítmica que se operó en todos los conjuntos entre 1915 y 1920 por la estabilización del compás tanguista en un movimiento uniforme de corcheas. La marcación igualmente acentuada de los cuatro tiempos de cada compás, un muy sencillo tratamiento armónico generalmente expresado en unísonos —a pesar de lo cual su orquesta conservó a través de todas sus instancias, una sonoridad inconfundible—así como la frecuente inclusión de pasajes
tocados en tiempo canyengue, definieron sustancialmente su modalidad. Destinada a la danza, su labor —por evidente cotejo con la revolucionaria avanzada de la escuela de Julio De Caro —quedó desde 1925, junto con la de Aieta, la de Lomuto, la de Donato-Zerrillo a la cabeza de la corriente interpretativa apegada a los cánones tradicionales. Entre 1928 y 1932 sin embargo, realizaciones suyas como Navidad, Sangre azul, Arco Iris, Muchachita de Belgrano y Río de oro —entre otras— revelaron un mayor refinamiento por la superación musical de su conjunto que integraron notables solistas como Luis Ricardi, Cayetano Puglisi, Minotto Di Cico y Federico Scorticati. En años posteriores esa calidad se diluyó en la ampulosa inquietud de lo que él denominó, para los discos fonográficos, "serie sinfónica" y derivó luego a la intercalación de pistón y guitarra hawaiana para la ejecución de solos y a un tiempo de interpretación excesivamente rápido, que fue el de casi todas las orquestas del treinta, pero que él conservó ya para siempre. Pájaro azul (instrumental, 1928). En las sombras (vocales por Roberto Maida, 1936), Condena (vocales por Roberto Maida, 1937), Copas, amigas y besos (vocales por Carlos Roldán, 1944), El choclo (vocalespor Alberto Arenas, 1948), Reliquias porteñas (selección instrumental, 1940) y Lilac (instrumental, 1953) son versiones bien representativas de sus sucesivas etapas, dentro de un repertorio que contempló por igual a compositores y a autores de las más diversas épocas y de los más variados temperamentos. 4. El compositor. Lo más valioso de su personalidad de compositor corresponde al período 1908-1920. Espiritualmente identificado con la tendencia "crioMista" que animaron Bardi, Posadas, De Leone, Petillo, Martínez, Arolas y otros, produjo un conjunto de tangos de corte milonga destinados a la perduración por la gran calidad de sus temas y de su desa-rrollo, con alcance de verdaderos clásicos: La Tablada, Pinta brava, Nueve puntos, El pollito, Milonga con variación, El chamuyo, Charamusca, La llamada, Nobleza de arrabal, Mano brava. Contribuyó paralelamente al primer apogeo del tango cantable con Se acabaron los otarios, La garconníére, en una línea de
valiosa inspiración a la que agregó luego Puentecito de plata, Tiempos viejos, Destellos y Las vueltas de la vida, perdiendo interés, aunque no suceso, su obra posterior a 1928, en la que tiene particular ubicación la inquietud de sus tangos fantasía como Pájaro azul, Halcón negro, El rey del bosque y Mirlo blanco, estilización de líneas melódicas y de dibujos rítmicos de concepción tradicional.
5. Biografía. Nació en la ciudad de San José, R. O. del Uruguay, el 26 de noviembre de 1888, aunque desde fines del siglo vivió con su familia en la Argentina. Autodidacto del violín, se inició en 1906 en un baile del Pueblito de Ranchos en la provincia de Buenos Aires, juntamente con Martín Arrevillaga (mandolín) y Rodolfo Duclós (guitarra). Con un elemental aprendizaje de los fundamentos musicales y la composición de sus primeros tangos —La barra fuerte, La flor del pago, Vamos a ver— comenzó su carrera profesional como ejecutante de los pequeños conjuntos que empujaron el auge de los cafés boquenses anteriores al Centenario. Integró a la sazón un terceto con Samuel Castriota (piano) y Vicente Loduca(bandoneón), pasando en 1910 a desempe-ñarse bajo la dirección de Vicente Greco para actuar en el café El Estribo, el salón de bailes San Martín y la Casa de Laura, grabando para los sellos Columbia y Atlanta hasta 1914. Se presentó luego en las veladas danzantes del Teatro
Olimpo, en el salón de la Sociedad Patria e Lavoro y enlos bailes del Internado durante 1915; en 1916 en los bailes de carnaval del Teatro Politeama y en una confitería de la ciudad de Rosario, con el pianista José Martínez y el bandoneón de Pedro Polito a los que se agregaron en ese lapso Rafael Rinaldi (segundo violín) y Leopoldo Thompson (bajo), Inicialmente con la denominación de orquesta Canaro-Martínez; luego de 1916, con su solo nombre. Fue contratado ese mismo año para el cabaret Montmartre y en 1917 y 1918 para los carnavales del Teatro Colón de Rosario, unida su agrupación a la de Firpo. Actuó, luego, en el cabaret Royal Pigall, en el Palais de Glace y en el Armenonville, entonces con Fresedo como bandoneón y con Luis Ricardi al piano. Musicalizó en 1919 el saínete Nobleza de Arrabal, estrenado en el Variedades de Constitución, y desde 1921, por cuenta del empresario Lombart animó con su conjunto —sensiblemente ampliado— las tertulias carnavalescas del Teatro de la Ópera. En 1922 comenzó su labor para la casa nacional Odeón, grabando con los tangos El huérfano y Desengaño su primer disco. Desde 1924 fue figura de atracción en el cabaret Tabarís y en marzo de 1925 emprendió su primera gira por el exterior, que comprendió contratos en el dancing Florida, en la Exposición de Artes Decorativas de París y en el Club Mirador y cine Para- mount de Nueva York durante 1926, año en el que volvió a Francia para tocar en el balneario de Deauville y en el cabaret Ambassadeurs. Después de recorrer España, regresó a Buenos Aires para presentarse en los bailes del Teatro Cervantes y en el cabaret Abdulla, así como en
los programas de Radio Nacional. A partir de 1932, con La Muchachada del Centro, estrenada el 17 de junio de 1932, en el Nacional, de Corrientes 960, inició su larga instancia de comedias musicales compuestas con la colaboración del autor Ivo Pelay, en la cual se inscribieron La Canción de los Barrios(1934), Rascacielos (1935), La Patria del Tango (1936), Mal de Amores (1937), El Muchacho de la Orquesta (1939), La Historia del Tango (1941), Sentimiento Gaucho(1942), Buenos Aires de Ayer y de Hoy(1943), Dos Corazones (1944), El Tango en París (1945), Luna de Miel para Tres (1947), Con la Música en el Alma (1949), ofrecidas en los teatros Sarmiento, Buenos Aires, Presidente Alvear y Artigas, de Montevideo, en marco de escasas exigencias escénicas y ajustadas a sucintas tramas argumentales, propensas, a veces, a la sensiblería sin calidad. Desde 1932, tomó parte con su orquesta en las primeras películas sonoras nacionales, a las cuales se consagró entre 1934 y 1950 como productor, al frente de los estudios Río de la Plata. Realizó durante su trayectoria, numerosas giras que incluyeron presentaciones en Chile, Brasil Uruguay y Japón a donde viajó en 1960. Por sus agrupaciones desfilaron, en distintas épocas, además de los ya nombrados, los músicos Ciríaco Ortiz, Lucio Demare, Héctor Artola, Mariano Mores, Oscar Sabino, Minotto Di Cico, Domingo Federico, Carlos Figari, Octavio Scaglione, y los vocalistas Roberto Díaz, Roberto Ray, Domingo Conte, Ernesto Famá, Ricardo Ruiz, Roberto Maida, Carlos Dante, Francisco Amor, Carlos Galán, Carlos Roldán, Eduardo Adrián, Roberto Arrieta, Alberto Arenas, Enrique Lucero, Mario Alonso, Juan Carlos Rolón, Marcelo Paz y las cancionistas Ada Falcón, Nelly Omar, Myrna Mores, Tita Merello. Se contó también entre los más activos dirigentes gremiales en la Asociación, en el Círculo y en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores, de la cual fue varias veces presidente; en la Corporación Musical Argentina (COMAR) y en la Asociación Argentina de Directores de Orquesta, entidades de las que fue fundador y dirigente. Al margen de las páginas citadas ya, compuso entre otros los tangos El gavilán, El píliín, El alacrán, Los indios, El internado, Matasano, El opio (instrumentales) y los cantables El que a hierro mata. Dos corazones, La brisa, La muchachada del centro, El tigre Millán, Sentimiento gaucho, Madreselva, Déjame, Adiós pampa mía, Pájaro silvestre, Envidia, Se dice de mí, Sufra, Niebla, Sos bueno vos también y La última copa. En 1956, al cumplir medio siglo como músico escribió su libro de memorias. Falleció el 14 de diciembre de 1964, en Buenos Aires.
Gentileza de Horacio Ferrer para El Tango y sus Invitados.