ORQUESTA TÍPICA. Combinación de instrumentos característica de la interpretación del tango. Está básicamente constituida por bandoneones, cordófonos de arco y piano numéricamente dispuestos por lo general, de esta manera: cuatro bandoneones —que le dan su peculiar sonoridad—, cuatro violines, un contrabajo, un piano y uno o dos vocalistas.
Su origen se remonta a 1913 cuando Roberto Firpo para sus actuaciones en el Armenonville incorpó definitivamente el piano a la Orquesta Típica Criolla (bandoneón, guitarra, flauta y violín) formación que fue su predecesora.
Poco después, tanto la flauta como la guitarra cayeron en desuso, cediendo respectivamente ante las mejoras y más interesantes posibilidades que para tas exigencias del tango orquestal, brindaban entonces el bandoneón y el piano.
En 1917 Francisco Canaro sistematizó el empleo del contrabajo como timbre de fondo, de apoyo y de ritmo. Con la paulatina incorporación de una segunda voz de bandoneón y otra de violín quedó netamente delineada la primera configuración de la orquesta típica: el sexteto.
En la década del veinte se agregaron los cantores de orquesta llamados entonces "chansonniers" o estribillistas consagrados éstos a interpretar un pasaje de la letra de cada tango cantable aumentándose luego progresivamente su intervención.
Desde 1920 en adelante, los directores Canaro, Firpo, Lomuto, engrosaron su integración alineando conjuntos de ocho, de diez y de doce ejecutantes.
Para bailes de carnaval dirigidas por Julio De Caro, Enrique Santos Discépolo, Pedro Maffia y Augusto Berto se constituyeron agrupaciones de hasta ochenta instrumentistas.
En cuanto a la inclusión de viola y violoncello, si bien Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Roberto Firpo y otros los emplearon ya desde antes de 1930, puede afirmarse que su incorporación definitiva data de sus respectivas inclusiones en la orquesta de Aníbal Troilo en 1942 a quien se debe asimismo la consagración de las parejas vocalistas y como norma de integración esporádicamente empleada antes, por los directores Julio De Caro, Roberto Zerrillo, Francisco Canaro y Juan Carlos Cobián.
Por Horacio Ferrer
Editado y compaginado para la web por El tango y sus invitados
